El almacenamiento de energía
El almacenamiento de energía comprende los métodos las personas hemos ideado para conservar en la medida de lo posible una cierta cantidad de energía en cualquier formato, para utilizarla cuando se requiera en la misma forma en que se recolectó o en otra diferente. Las formas de energía pueden ser energía potencial (gravitacional, química, elástica, etc.) o energía cinética.
Existen diversos sistemas mecánicos que funcionan almacenando energía y consumiéndola a su vez lentamente. En un ordenador, los condensadores existentes en un chip almacenan la energía suficiente para que al volver a encenderse tengan la memoria de algunas de las funciones previas. Incluso los alimentos son una forma que la naturaleza tiene de almacenar la energía procedente del Sol.
Porqué almacenar electricidad y otras energías
El almacenamiento de energía tiene una misión principal: conseguir que la generación de electricidad no tenga que producirseen el mismo momento en que la demandan los usuarios. De esta forma podríamos evitar tener que poner en funcionamiento las centrales térmicas contaminantes, por lo que avanzar en los almacenamientos de energía resulta útil en todos los sentidos.
Una situación parecida que rentabiliza el ahorro es el caso de los paneles solaresdomésticos. Si a mediodía brilla el sol pero los usuarios no estamán en casa, esa energía podría ser almacenada con un equipo de acumulación de electricidad, para poder utilizarla cuando fuera necesaria en otro momento.
Las tecnologías de almacenamiento de energía
Existen diferentes métodos de almacenamiento de energía a lo largo de la cadena de suministro.Uno de los almacenamientos de energía es a gran escala (GW): hidroeléctrica reversible (bombeo), almacenamiento térmico. También el almacenamiento en redes (MW): con pilas y baterías; condensadores y superconductores; volantes de inercia. Por último, los almacenamientos de energía a nivel de usuario final (kW): con baterías, superconductores y volantes de inercia.
Los métodos de almacenamiento de energía eléctricos se basan en que la electricidad es una energía secundaria,es decir, que es resultado de la transformación de energía primaria. Una característica fundamental es que esta energía no se puede almacenar: la electricidad producida es instantáneamente consumida o perdida.
El problema de almacenar la energía eléctrica concretamente, se podría solucionar produciéndola rápidamente en sistemas autónomos, es decir, no conectados a la red. Algunos ejemplos son las pilas y baterías basadas en reacciones químicas. Estas tecnologías presentan inconvenientes que limitan su uso, como por ejemplo: el peso, el coste, la bajaproductividady en algunos casos la peligrosidad de sus componentes como los ácidos.
Las nuevas tecnologías de almacenamiento de energía acabarán siendo elementos fundamentales de los sistemas eléctricos del futuro, de forma que el almacenamiento eléctrico puede aportar valor en todos y cada uno de los eslabones de la cadena de suministro de electricidad. Es importante maximizar la integración de renovables y dotar de una mayor eficiencia y seguridad al conjunto del sistema eléctrico.
El almacenamiento de energía ¿realmente posible?
La energía eléctrica no se puede almacenar como tal, por eso en todo momento hemos hablado de prácticamente crearla al momento más que elaborar un protocolo de estancamiento y acumulación de esta en un mismo lugar. En realidad, es necesario transformarla en otros tipos, como convertirla en la energía mecánica o la química, para las que si son viables los procesos almacenamiento.
En estos casos existen tecnologías mecánicas de almacenamiento, como son: el bombeo de agua a cotas más elevadas, la compresión de aire en reservorios subterráneos o el uso de volantes de inercia que almacenan energía en el movimiento de un pesado volante girando en un eje.
Una de las formas de almacenamiento de las energías eléctricas transformadas y acumuladas como energías químicas consiste en utilizar hidrógeno molecular (H2). Este compuesto no se encuentra fácil y orgánicamente en la naturaleza, pero se puede producir rompiendo moléculas de agua (H2O) utilizando electricidad en un equipo llamado electrolizador. Para convertirlo en electricidad necesitaremos un motor, turbina o las pilas de combustible (que producen el efecto inverso que el electrolizador, transformando directamente el hidrógeno en electricidad y agua).
Por otro lado, también existen tecnologías basadas en la energía electromagnética o los supercondensadores, basados en el almacenamiento de cargas eléctricas al aplicar una diferencia de potencial entre dos conductores separados por un aislante eléctrico.
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